En esta oportunidad vamos a conocer, la primera parte de los símbolos más importantes y reconocidos del Movimiento Olímpico, que contribuyen a la difusión del olimpismo, como una forma de vida basada en el esfuerzo físico, la sana competencia, el respeto por el adversario y la búsqueda de la excelencia permanente, no solo en el deporte, sino en nuestra vida personal.
Por Clemencia Anaya Maya
Vicepresidenta Academia Olímpica Colombiana
Luego de haber redactado la Carta Olímpica, que como dijimos en la pasada edición comenzó bajo el nombre de “Anuario del Comité Olímpico Internacional”, publicada en 1908, la labor de Pierre de Coubertin fue la de rodear ese texto para su aplicación y, sobre todo, para la motivación de los jóvenes del mundo, con una serie de elementos que le dieran a la estructura del Movimiento Olímpico identidad y fortaleza.
Por aquel entonces existían marcas que eran cada vez más reconocidas, como Kodak que había sido patrocinador de los Juegos Olímpicos de Atenas, en 1896, y continuó participando como tal hasta la finalización de los Juegos Olímpicos Beijing 2008.
Su inquieta imaginación lo llevó a pensar y repensar la forma más sencilla, fácil y agradable de diseñar un emblema que pudiera representar la visión y misión del Comité Olímpico Internacional.
Por eso hoy nuestro tema es los Símbolos Olímpicos.
Antecedentes Históricos
Pierre de Coubertín creó el Comité Olímpico Internacional pensando en el beneficio que representaba para el mundo, buscar una alternativa para unir a los países a través de la paz, y qué mejor que hacerlo con la celebración de los Juegos Olimpicos.
Para que nuestro planeta tuviera unos Juegos Olímpicos en los que todo el mundo participara pensó mucho tiempo en varios símbolos que la gente pudiera identificar y admirar, inspirados por su filosofía y su mensaje, y cercanos a la vida común y corriente, pero con base en la historia de los Juegos Olímpicos antiguos.
A continuación vamos a conocer los símbolos más importantes y reconocidos del Movimiento Olímpico, que contribuyen a la difusión del olimpismo, como una forma de vida basada en el esfuerzo físico, la sana competencia, el respeto por el adversario y la búsqueda de la excelencia permanente, no solo en el deporte, sino en nuestra vida personal.
El símbolo olímpico
El COI a través de sus investigaciones ha podido constatar que para 1913, en carta escrita a mano por el Barón de Coubertin se usaba el encabezado con los cinco aros pintados a mano y con los colores que conocemos actualmente. Él era muy dinámico y tenía un gran interés por fortalecer en forma filosófica e ideológica el Movimiento Olímpico, así que ante el Congreso Olímpico de París, en 1914, presentó el símbolo y la bandera que fue aprobada para ser utilizada oficialmente en los Juegos de Berlín, en 1916. Lamentablemente estos Juegos no se llevaron a cabo debido a la I Guerra Mundial, lo cual hizo posponer su presentación oficial ante el mundo, y Coubertín tuvo que esperar siete años para darla a conocer durante los Juegos Olímpicos celebrados en Amberes, en septiembre de 1920. Sin duda alguna su intención de unir al mundo a través de los Juegos Olímpicos se vio reforzada por el nacionalismo inspirador de la bandera olímpica, que hoy ondea en todas las ceremonias de apertura y de clausura, así como en todos los escenarios deportivos, durante la celebración de unos Juegos Olímpicos de Verano, de invierno o de la Juventud.
Quiero resaltar que los seis colores de la bandera: azul, negro, rojo, verde, amarillo y blanco, le permiten a cualquier atleta del mundo encontrar los colores de las banderas de todas las naciones del mundo, sin excepción.
El emblema olímpico y la bandera son de uso exclusivo del Comité Olímpico Internacional, y en cada país los pueden usar los comités olímpicos nacionales, para conformar su propio emblema, bajo estrictas medidas y con un manual de imagen que ha producido específicamente para ello, que debe ser respetado y acogido por todos.
El Símbolo Olímpico es una de las imágenes más fácilmente reconocidas en el mundo.
La Bandera Olímpica
Es muy sencilla. Como pueden ver, tiene los mismos cinco círculos, con los mismos colores, puestos sobre un rectángulo blanco, sin ribete o bordes. Resulta que, en 1912, los Juegos Olímpicos se llevaron a cabo en Estocolmo, Suecia, y allí, por primera vez en toda su historia, hubo participantes de los cinco continentes. Eso motivó a Pierre de Coubertín a dibujar los cinco círculos, mandarla a hacer a mano, para presentarla en el Congreso Olímpico de Paris, en 1914, en el cual fue aprobada. El 5 de abril de ese mismo año llevó la bandera a los Juegos Egipcios, que se celebraron en Alejandría.
La idea de Coubertin era mostrarla en los Juegos Olímpicos de 1916, en Berlín, pero debido a la I Guerra Mundial ese certamen no se realizó, y fue en Amberes, Bélgica, en 1920, en donde la bandera olímpica ondeó por primera vez.
El Lema Olímpico
Cuando me pongo a pensar en la forma como el Barón Pierre de Coubertin fue consolidando la estructura del Movimiento Olímpico y su gran preocupación por reforzar la filosofía del Olimpismo, como una opción de inspirar a los jóvenes en la búsqueda de la excelencia y de ofrecerles la oportunidad de vivir en un mundo más respetuoso y sobre todo pacífico, siento su entusiasmo por la vida, su ilusión por llevar a cabo el sueño y su pasión por no desfallecer ni un solo día en el intento.
Uno de esos pasos fue la determinación de legar al Movimiento Olímpico un lema sólido y contundente. Su amistad con el padre dominico francés Enri Didon, que enseñaba deportes en París e inspiraba a sus estudiantes con el “Citius Altius Fortius” fue definitiva para presentar en 1894, el lema que conocemos.
Por esa época era perentorio, necesario y urgente que así fuera, el lema que hoy traducen como “más rápido, más alto y más fuerte”, serviría para inspirar al mundo por más de un siglo y daría la fortaleza a los atletas para ver más lejos en sus metas y entender que para alcanzar el éxito es necesario practicar sin pensar en el cansancio, sino en la meta propuesta. Les serviría además para tener la fortaleza suficiente para alimentar el sueño durante años y no renunciar a ello por una lesión, por una derrota o por cualquier otro obstáculo que apareciera en su camino, y la daría además la alegría rebosante de subir al podio para estar más cerca de los dioses.
Desde 1896 hasta el 2021, ciento veinticinco años de inspiración olímpica para el centro del Movimiento Olímpico representado por los atletas, el lema ha inspirado a las leyendas de los Juegos Olímpicos durante todo este tiempo, para ser los mejores en cada una de sus disciplinas.
Todos estos atletas y muchos más, inspirados por el lema olímpico que instauró Coubertin a finales del siglo XIX deslumbraron al mundo con su talento, su carisma y sobre todo por su pasión y amor por sus disciplinas deportivas, consagrándose para la historia como verdaderas leyendas mundiales, continentales y nacionales, siguiendo el sendero olímpico.
Habría de venir la pandemia del COVID 19 en 2019 en Wuhan, China y empezaría el 2020 con gran temor y sigilo sobre la faz de la tierra. El espíritu olímpico del atleta individual exaltado por su búsqueda de la excelencia empezó a significar mucho, más a la hora de pensar en un mundo mejor para todos y todas. Las preocupaciones del Movimiento Olímpico, basadas en el poder de transformación que tiene el deporte y los Juegos Olímpicos, para ayudar a la humanidad, lo llevaron a dar un giro filosófico para que los atletas no sólo den lo mejor de sí mismos sobre la arena olímpica, sino que inspiren a la humanidad y los cautiven para que a través de la práctica deportiva nos ayudemos y apoyemos para seguir adelante, no importa si hablamos de deporte de alto nivel, recreativo o formativo, sino que esta práctica contribuya al bienestar y la salud mental, a la eliminación de la pobreza, a la equidad y igualdad de género, en especial, que sea más evidente la solidaridad en todos los rincones sobre la tierra.
Fue así como el 20 de julio de 2021, la Sesión del Comité Olímpico Internacional aprobó un cambio en el lema olímpico, que reconoce el poder unificador del deporte y la importancia de la solidaridad. El cambio agrega al lema tradicional la palabra “juntos”, después de un guion corto. El nuevo lema olímpico ahora dice: “Más rápido, más alto, más fuerte – Juntos”.
En palabras de Thomas Bach, el presidente del Comité Olímpico Internacional, “La solidaridad impulsa nuestra misión de hacer del mundo un lugar mejor a través del deporte. Solo podemos ir más rápido, solo podemos apuntar más alto, solo podemos volvernos más fuertes si estamos juntos, en solidaridad “.
De tal forma que ahora el lema en latín es “Citius, Altius, Fortius – Communiter”, en inglés es “Faster, Higher, Stronger – Together” y en francés: “Plus vite, Plus haut, Plus fort – Ensemble”.
Para reforzar este cambio el Comité Olímpico Internacional creo una campaña que tituló “juntos más fuertes”, a través de la cual resaltó el esfuerzo de los atletas en prepararse, mantenerse en forma y alimentar su espíritu para llegar a los Juegos Olímpicos Tokio 2020 en julio de 2021, muy por encima de la crisis humanitaria que desató el virus. La campaña, además, enfatizó el sentido de poder lograr las metas unidos y solidarios, y la tremenda fortaleza que tienen los Juegos Olímpicos para unir al mundo y sus comunidades.
Juntos, el lema y el anhelo olímpico encarnan un ideal en el que creía Coubertin: dar lo mejor de uno y luchar por la excelencia personal eran objetivos valiosos. ¿Y dónde mejor para hacer esto que a través de la búsqueda del deporte y la participación en los Juegos Olímpicos? Esta es una importante lección de vida que sigue siendo igualmente válida en la actualidad, no solo para los atletas sino para toda la humanidad.
Próxima edición, 16 de mayo de 2023: Los símbolos olímpicos 2: el fuego, el juramento y el Himno.
Bibliografía
Muller N.& Poyan D. (2011) Olimpismo Selección de Textos, Comité Olímpico Internacional
Ideario Olímpico, discursos y ensayos INEF 1973
https://library.olympics.com/default/olympic-charter.aspx?_lg=en-GB consultada 12/04/2023
https://olympics.com/ioc/olympic-charter consultada 11/04/2023