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Revista Olímpica

“Soy guerrera, bonita y ganadora”: Valeria Arboleda

La boxeadora bogotana Valeria Arboleda Mendoza, campeona en Juegos Nacionales y clasificada a París 2024, es obsesiva por conseguir lo que se propone, no le gusta rendirse, es vanidosa y sueña con una medalla olímpica.

Por Carlos A. Gracia B.

Oficina de Comunicaciones IDRD

Bien dicen que las mamás muchas veces marcan el destino de sus hijos, y en el caso de Valeria Arboleda Mendoza no fue diferente, porque doña Olga Lucía –su progenitora- le ha dicho a su hija dos frases que le han señalado el camino de su vida.

“Si vas a ser boxeadora, tienes que trabajar duro para ser la mejor, no para que te peguen”, que fue lo primero que le indicó cuando a sus 14 años, la pequeña Valeria le dijo que se dedicaría al boxeo.

«Y me alegra tu cupo a los olímpicos, muy bueno, pero ahora viene lo mejor y lo más duro. Tienes que trabajar fuerte, con todo, para conseguir esa medalla olímpica, que es tu sueño”, la que le manifestó apenas se encontraron luego de haber conseguido el tiquete a París 2024.

Valeria lo tiene claro. Asumió la primera y está escribiendo una bonita historia de gloria. Y la segunda, le da vueltas en la cabeza y ya se está preparando para la cita del próximo año en la capital francesa.

Foto: Caracol Sports.

Nacida para ganar

Valeria nació el 13 de abril de 2002 en Bogotá, en el hogar de Federico Arboleda y Olga Lucía Mendoza. Es la menor detrás de Angie Paola la mayor, a la que siguen Ximena Gisela, Byron Julián, Yelena Estefi y  Valentina –su gemela- mayor que ella por cinco minutos.

Fue la única de su familia que se dedicó al deporte de alto rendimiento. Eso sí, a ella la apoyan en pleno. Desde chica quería hacer algo de deporte; era algo ruda y quería algo que la exigiera a fondo. Por eso, a sus 14 años, entró al “deporte de las narices chatas”, dispuesta a dar lo mejor. Ah, y a no dejarse pegar, obedeciendo el consejo de su mamá.

Se considera una mujer fuerte, con entereza, muy feliz y a la que no le gusta perder “porque soy guerrera y luchadora, si algo me gusta me esfuerzo mucho por  conseguirlo”.

Hace siete años está en el boxeo y para ella todo ha sido rápido. Se acostumbró a viajar mucho, montó por primera vez en avión y aunque le tiene miedo a las alturas, ya maneja esos nervios; y ya disfruta de compartir con sus compañeros en sus viajes.

“Por el boxeo salí por primera vez del país, a un Suramericano en Chile, donde gané medalla de bronce; conocí otro país, vi la nieve por primera vez porque fuimos a unas montañas en 2017, gané mi primera medalla internacional, ya estuve en un mundial en Turquía gracias la IDRD que me apoyó. He ido cumpliendo mis sueños”, aseguró.

Tiene claro que lo más bonito de todo esto es el premio, la recompensa, que son los buenos resultados y los triunfos; eso la llena y le hace tomarle más cariño a su deporte. 

Este último año ha sido muy bueno. Logró el cupo a los Olímpicos París 2024 en los Juegos Panamericanos Santiago 2023, y para ella es lo máximo. “Lo veía como una meta difícil de obtener, pero yo creo en mis capacidades y me esforcé por ello; cuando lo logré quedé como en shock, una felicidad indescriptible. Pero al mismo tiempo pensé en la responsabilidad que adquirí con el país y conmigo, y entendí que debo trabajar muy duro para llegar lejos en esos Juegos”.

El día del logro, tras las celebraciones, durmió tranquila; pero al otro día y hasta cuando llegó a Colombia, no se la creía, se decía que parecía un sueño. Luego pensaba: “en serio, me está pasando, voy a los Olímpicos

Premio a mi esfuerzo y dedicación”.

Valeria cerró el año con broche de oro, ya que fue a sus primeros Juegos Nacionales y ganó el oro en los 57 kgs. Fue algo por lo que trabajó estos cuatro años; no fue fácil pero se siente orgullosa de haberlo logrado.

“Gracias a Dios conseguí las metas que me propuse este año. Gracias al IDRD que me ha apoyado desde mis comienzos, al Comité Olímpico, a la Federación. Ya estamos trabajando para París, van a venir a Bogotá algunos países como China y Argelia, a un campamento de intercambio, hasta el 20 de diciembre. Y el otro año tengo entendido que habrá un campamento en Italia; eso de momento. Vamos con todo”, señaló.

Es bachiller del Colegio Nicolás Esguerra –gracias a un programa de alianza con el IDRD-, y ahora está dedicada de lleno al boxeo. Luego de los olímpicos espera retomar sus estudios e ir a la universidad, donde espera decidirse entre fisioterapia, entrenamiento deportivo o educación física.

Esa es Valeria Arboleda Mendoza, esa linda morena de 21 años, de ojos negros brillantes y sonrisa encantadora, que cuando no está en el ring entrenando, le gusta dibujar, leer, y estar con la familia. 

O salir a un centro comercial, “y para eso si me hago de todo, porque soy bastante vanidosa, me arreglo mucho porque sé que me veo muy bonita (risas). Además, me dicen que con esa cara tan tierna no creen que sea boxeadora (y vuelve a reír)”. Se despide y da gracias por la nota, y gracias a Dios, su socio, que le ha dado tanto.